Estoy de vuelta!! desde mi última entrada en julio (creo recordar), no he tenido mucho tiempo libre para entrar al blog, el mes de agosto, que no quería cerca de mí ningún ordenador, ya que trabajo con él todos los días, luego septiembre y octubre que han sido de mucho trabajo, me han mantenido bastante ocupada, pero lo importante es que he seguido haciendo cosillas que han salido buenísimas, y que deberiáis hacer en casa porque disfrutaréis de recetas caseras hechas por vosotros/as mismas, que por lo menos a mí, me encanta..
Llevaba en la mente hacer yogures caseros desde hace bastante tiempo, mi madre los hacía en casa con la yogurtera y nos gustaban muchísimo; pero bueno, no la encontraba en ninguna parte y ví una, pero costaba bastante cara, y no era plan, hasta que al final la encontré en el supermercado Lidel, su precio era de unos 15€ más o menos, y ya he hecho muchas veces.
No tiene nada que ver con los yogures que venden, de verdad que merece la pena, y me alegro de haberla comprado, porque tenía miedo de que fuera otro cacharro más de la cocina, el cual lo utilizas una vez y lo guardas en el fondo del cajón.
Aquí os dejo una foto para que veáis como se iban haciendo en la yogurtera
La yogurtera viene con estos tarritos, la primera vez que la utilicé se me rompió uno, pero como tengo tarritos de cristal que voy guardando de difentes cosas (mermelada, aceitunas..etc..), lo le he podido compensar.
INGREDIENTES
- 1l de leche semidesnatada fresca (la venden en Mercadona, también he utilizado la semidesnatada normal, y también salen buenos).
- 1 yogur natural (de los de tarrito de cristal de Danone)
- 2 o 3 cucharadas de leche en polvo desnatada ( dependiendo de las cucharas saldrá más espeso, con dos salen muy bien, a gustos)
- 2 cucharaditas de azúcar por cada yogur.
ELABORACIÓN
Calentamos la leche en un cazo a fuego lento, hasta que esté templada (no tiene que estar caliente ni hervir). La apartamos del fuego.
Añadimos el azúcar, la leche en polvo y el yogur, removemos hasta que esté todo bien integrado (también podemos utilizar la batidora para este paso).
Tenemos los tarritos cerca y destapados, para ir añadiendo la mezcla anterior a cada uno de ellos.
Tapamos los tarritos con sus tapaderas y los metemos en la yogurtera.
Encencemos la yogurtera y los dejamos dentro unas 10 o 12 horas.
Una vez pasado ese tiempo, los sacamos, los dejamos que se queden a temperatura ambiente y ya podemos meterlos en la nevera.
Se pueden comer solos, porque están riquísimos o bien añadirle mermelada de fresa, o cualquier otro sabor que os guste, eso sí, la mermelada se le añadirá cuando ya estén hechos.
Espero que os gusten muchísimo!!
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